Nuestro día a día nos exige estar al 100% en nuestras actividades. Juntas, llamadas, presentaciones de proyectos... la lista de pendientes parece infinita y al terminar el día pensamos, ¿de dónde saco energías para llegar al fin de semana?

1. Come bien

Nuestras mamás tenían razón, una buena alimentación nos proporcionará la energía necesaria para rendir en el día. No me refiero sólo al desayuno, pues es importante que consideres incluir en tu alimentación diaria snacks entre las comidas. Al hablar de snacks no me refiero a los alimentos azucarados, pues estos provocan una sensación de cansancio luego de algunas horas de haberlos consumido. Un puñado de arándanos, nueces o almendras será suficiente para mantenerte activo.

2. Descansa lo necesario

Una buena alimentación y suficientes horas de sueño son el complemento perfecto para mantenerte atento a tus labores. ¿Cuántas horas de sueño dedicas al día? Tu cerebro se mantiene activo por largas jornadas, es por eso que el descanso debe ocupar un lugar prioritario en tu agenda. Estudios afirman que entre 7 y 9 horas son indispensables para rendir durante tu día, pero cuidado, si sobrepasas estos números puede resultar contraproducente, pues el sentimiento de cansancio podría invadirte durante el transcurso del día.

3. No eres el psicólogo

¿Eres el paño de lágrimas de tus compañeros de oficina? Esto puede tener consecuencias negativas en tu productividad y tus ánimos. Cargar con problemas ajenos es un peso extra que hace más cansados los días, pues algunas personas se comprometen de más con el sentir de otras personas. Intenta desarrollar un estilo de vida en el que puedas aconsejar sin involucrarte en los problemas externos y administra tu tiempo de tal forma que tengas espacios de descanso, convivencia con tus compañeros y trabajo productivo.

4. Descubre tu hora productiva

Algunas personas afirman que para ellos, las primeras horas del día son las más productivas, otras comentan que se concentran mejor después de la hora de la comida; inclusive algunos llegan media hora antes de su horario habitual para concentrar todas sus energías en sacar adelante los pendientes más urgentes. La realidad es que cada persona tiene su estilo de trabajo y el secreto aquí está en conocer qué es lo que te funciona. Identifica en qué momento del día te sientes más motivado y aprovecha esos momentos para enfocarte en tus tareas.

5. Trabaja en equipo

Si no quieres acabarte todas tus energías antes de que acabe tu jornada laboral, ¡aprende a trabajar en equipo! Sentirás menos presión porque la responsabilidad recaerá en un grupo de personas comprometidas con su trabajo, las labores se repartirán en varias manos y eso le dará más valor al proyecto y el conjunto de nuevas ideas te reanimará.

¡Ánimo! Pues al final de la jornada laboral nos espera un fin de semana de descanso.

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