¿Una medalla?, ¿el abrazo de alguien al final de la meta?, ¿la foto en el periódico? Me acerqué a algunos corredores a preguntarles qué los mantenía en la carrera después de correr 17 kilómetros y comenzar a sentir dolor en las piernas. Las respuestas me dejaron boquiabierta. Algunas de ellas fueron:
– En honor a mi papá que falleció hace unos años
– Para demostrarme que puedo lograrlo
– Porque es el primer paso para cumplir otras metas
– Para dar ejemplo a mi familia
Todas las razones que escuché me parecieron increíbles, había tanta pasión en aquellos corredores que me fue inevitable pensar en cómo serían nuestras vidas si nos entregáramos (con tal ímpetu) a nuestras metas profesionales. ¿Qué pasaría si nos comprometiéramos a ser puntuales en nuestras citas laborales?, ¿qué pasaría si entrenáramos todos los días para entregar nuestros proyectos con la mayor calidad posible?, ¿qué pasaría si decidiéramos disfrutar de la carrera en lugar de pensar en lo mucho que nos falta por avanzar?
Por eso, comparto contigo 3 cualidades que aprendí de los medio-maratonistas que deberíamos aplicar en nuestra carrera profesional:
De lunes a viernes a las 5:30 de la mañana veo a Ana postear en Facebook la distancia que corrió durante el entrenamiento del día. Sábados y domingos acostumbra subir fotos de su perro y ella corriendo por el bosque. A esto le llamo yo disciplina. Pero también la disciplina está en llegar puntual a tu trabajo, cumplir con tu lista de pendientes, ser responsable de tus horarios, comunicarte con tus clientes frecuentemente, responder a las necesidades de tus colegas.
Cualquier maratonista antes de serlo fue una persona normal con los conocimientos básicos de las carreras. Fue con el tiempo y con los entrenamientos que aprendió sobre el arte de correr. Así pasa con cualquier disciplina, si quieres ser experto en algo debes entrenar, conocerte bajo presión, cansado o feliz y saber qué tanto puedes dar por cumplir tu sueño, ¡para eso son los entrenamientos! Para prepararte para el “gran día”.
Los esfuerzos dieron sus frutos y puedes pasar por tu medalla. Felicidades, cumpliste tu meta propuesta. El maratón terminó, el aumento llegó, el negocio que emprendiste despegó, el proyecto que propusiste se implementó. Ese maratón habrá terminado, pero aún quedan muchos más por correr, así que descansa y toma fuerzas para continuar con las nuevas metas que estás por alcanzar.
La realidad es que la vida está llena de maratones, depende del corredor correrla con el ritmo que él decida, con el sentido que él le dé y con el compromiso que él adquiera para dar lo mejor de sí.
¡Les deseo un buen maratón hacia su éxito profesional!
En PSR Asesores Empresariales estamos comprometidos con tu éxito por lo que te apoyamos en mantenerlo. Te invitamos a conocer más sobre lo que podemos hacer por ti.