Ramón lleva 3 años de haber inaugurado su negocio y aunque al inicio le costó trabajo ganar clientes, hoy su restaurante es uno de los más reconocidos en la zona. Cuando le pregunté qué era lo más difícil de su trabajo, me dio una respuesta que podía imaginarme: dejar una buena impresión a los clientes. “No sólo debe ser exquisita la comida, debe verse deliciosa”, me confesó.
Una vajilla elegante, condimentos que adornen tu platillo, ingredientes de calidad y recetas originales son parte del servicio que ofrece Ramón. Yo no tengo un restaurante, pero sí algunos clientes a los que debo presentar mis servicios como si fueran mi platillo especial. Por eso, aquí te comparto 4 tips que aprendí de Ramón para dejar una buena impresión a tus clientes:
No importa si tu junta es en una agencia, un despacho o un Starbucks, tu vestimenta tiene que ser impecable. No te recomiendo usar ropa con arrugas, jeans deslavados o tenis sucios. Ya sea una reunión informal o un pitch con tu equipo, conserva un estilo profesional. Lo más importante es que te sientas seguro con lo que llevas puesto. Antes de salir de casa pregúntate, ¿dejaría mi negocio en manos de alguien que vistiera así?
Recuerda que una persona puede sacar conclusiones de ti con tan sólo verte por 10 segundos, así que te recomiendo mantener una postura erguida para demostrar seguridad. Haz contacto visual con tu cliente, evita hacer muchos movimientos con las manos y habla claro y fuerte. Un consejo más: no cruces los brazos, podría interpretarse como una señal de inconformidad, no evadas la mirada, podría transmitir desconfianza.
Tu entrevista con el cliente no es un juego de Jeopardy, pero es necesario que demuestres tu dominio sobre tus servicios para que confíe en tu experiencia en ese ámbito. Ojo: prepara tu discurso y piensa en cómo podrías diferenciarte de otros profesionales que ofrecen tu mismo servicio. Sé conciso y utiliza las palabras necesarias para enamorar al cliente.
Lo primero que quieres conseguir después de una junta con el cliente es que te recuerde, así que ayúdalo a que eso pase dejándole tu tarjeta de presentación. Antes de salir de la oficina lleva contigo algunas tarjetas y procura que no estén arrugadas, manchadas ni con rayones. Si tus datos han cambiado, invierte en unas tarjetas nuevas, esto dará una mejor impresión.
Conviértete en el platillo favorito de tu cliente y haz crecer tu negocio.
En PSR estamos comprometidos con el crecimiento y protección de tu negocio. Contáctanos y conoce más sobre nuestros servicios.