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El adulto que prometí ser

Los 80’s quedaron muy atrás, para ser exactos, hace 3 décadas. No estamos hoy para sumarle o restarle años a nuestras vidas, pero sí para hacer una pausa, echar un ojo al pasado y evaluar qué tanto nos parecemos a los adultos que dijimos que seríamos cuando éramos niños.
Por: Vanessa Ortega

¿Cuántos de nosotros nos habremos propuesto casarnos antes de los 25 y tener entre 4 y 5 hijos? ¿Cuántos más dijimos que viajaríamos por todo el mundo? Que levante la mano quien se convirtió en el bombero, doctor o astronauta que juró que sería, o mejor aún, que diga “¡yo!” el que siguió frecuentando al mejor amigo que hizo en el campamento de verano cuando iba en primaria. Es cierto, tal vez de niños no éramos tan conscientes de nuestras palabras, o tal vez en aquél entonces éramos tan libres como para encontrarnos con trabas que nos limitaran a cumplir nuestras promesas y pensar en grande. Nos apasionaba nuestro presente y dábamos por hecho que nuestro futuro sería igual de increíble. Esa fue nuestra niñez.

Hoy esos niños se convirtieron en adultos de oficina ocupando puestos gerenciales, en directores creativos de agencias, en abogados reconocidos de firmas, en estudiantes de maestría o doctorado ejerciendo en otros países. Crecimos, tomamos decisiones que tal vez no eran parte del plan que pensábamos seguir y aquí nos tienen, siendo parte de la economía. ¡Bienvenidos al mundo de los adultos!

Con el tiempo me doy cuenta que este camino está lleno de satisfacciones, de crecimiento constante y de retos, pero, ¿qué pasaría si nos detuviéramos y reforzáramos aquellas habilidades innatas de los niños que con los años hemos ido perdiendo?

  1. Sé fiel a ti mismo

Todos los días tomamos decisiones y en ocasiones es difícil seguir el camino correcto que tenga un impacto positivo para los que nos rodean. En el ámbito laboral probablemente te has topado con propuestas que han puesto en riesgo tu ética profesional. Si este caso lo has vivido, recuerda que el niño que solías ser no ambicionaba más de lo que podía conseguir por medios transparentes y honestos.

  1. No pierdas el asombro

Sin asombro no hay magia, es decir, sin abrir tu mente a nuevas posibilidades no hay oportunidad de cambio. Asómbrate ante los nuevos proyectos que se te presentan, sé parte de la magia que puedes hacer en tu empresa. Sorpréndete a ti mismo con los logros que puedes alcanzar y tu carrera profesional irá viento en popa.

  1. No limites tus sueños

¿Cuántas veces te ha pasado que decides quedarte en el lugar cómodo en vez de salir a perseguir tu sueño? Un caso común es el del profesionista que sueña con tener su propio negocio pero, por la estabilidad que un trabajo fijo le otorga, decide frustrar su carrera como emprendedor y quedarse en terreno seguro. Mueve tus fichas con inteligencia y comprométete con tus sueños.

  1. Pierde el miedo

El miedo es un instinto natural. Poco miedo te pone en riesgo, mucho miedo te paraliza. Sé prudente en tus decisiones pero no te imposibilites ante nuevas oportunidades. Aprendiste a caminar, conseguiste un título universitario, adquiriste experiencia profesional… el conocimiento lo tienes. Ponlo en práctica, sigue preparándote y quítate el miedo a alcanzar nuevas metas.

Es verdad, tal vez no terminamos siendo los policías, actrices o profesores que algún día dijimos que seríamos, pero creo que vamos por buen camino siendo los adultos que prometimos ser.

En PSR Asesores Empresariales estamos comprometidos con tu éxito por lo que te apoyamos en mantenerlo. Te invitamos a conocer más sobre lo que podemos hacer por ti.

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