Ya sea que ocupes el lugar de cliente o el de proveedor, es un hecho que lo mejor que puedes hacer para fortalecer tu negocio es mantener una buena relación con la contraparte; pero a veces esto se torna complejo.

Me di a la tarea de acercarme a colegas que toman el papel de clientes y que trabajan con proveedores de despachos y agencias; esto con la finalidad de conocer cuáles son las acciones y actitudes que valoran de sus equipos de trabajo externos. El resultado fueron estas 5 premisas que le darán valor a tu trabajo y mantendrán contentos a tus clientes:

Cumple con tus fechas de entrega.

“Que no tengamos que estar presionando al proveedor para que nos entregue el trabajo” es una de las frases que más escuché de los clientes. Ellos recurren a los proveedores para facilitar su trabajo, para recibir respuestas puntuales y servicios completos. Evita que tu cliente ponga recordatorios para las entregas de trabajo, esa es una labor que sólo a ti te deberá mantener alerta, no a ellos. Recuerda que el proveedor que demuestra su profesionalismo por medio de la puntualidad, suma puntos con su cliente.

Sigue las reglas. En entregas, trámites de pagos, documentación requerida.

A veces olvidamos que nuestras reglas no son las mismas que las del cliente y la empresa donde él labora. ¿Cuántas veces discutimos con el cliente por temas de pagos, pero no comprendemos que el proceso no sólo recae en él? O tal vez pueden parecer burocráticos los trámites y no seguimos al pie de la letra las indicaciones y esto los atrasa más.

No te olvides de reportar tus avances.

Una mañana a primera hora el cliente te busca desesperado avisándote que va a entrar a junta y que necesita unos datos específicos para presentarlos ante directores. Tú apenas te preparabas el café cuando ya tenías llamadas perdidas y correos urgentes. Esto puede parecer hasta invasivo, pero podría evitarse si hubiera un acuerdo entre proveedor y cliente sobre los reportes y actualización de datos. Decide una periodicidad de tus avances y preséntalos al cliente.

Tu negocio es mi prioridad.

No importa si tienes uno o 5 clientes, a todos les tienes que responder con la misma calidad, pues de eso depende tu profesionalismo. No aceptes más clientes de los que no puedas ofrecerles lo mejor de tus servicios. Recuerda que cada uno de ellos va a demandar tu tiempo y disponibilidad. Acepta que a veces necesitarás más manos que ayuden a tu negocio, eso será símbolo de que está creciendo.

Innovar para no morir.

El camino del proveedor no se acaba cuando el cliente lo contrata, al contrario, es ahí donde apenas empieza. Es un error pensar que el cliente va a estar satisfecho si le damos las mismas soluciones. Recuerda innovar en tus servicios, presentar mejoras a la estrategia. No dejes de buscar nuevas maneras para mejorar el negocio de tu cliente, pues esa es tu misión más importante.

Cuando comiences a cumplir estas premisas de servicio te darás cuenta que, además de quedar bien con tu cliente, quedarás bien con tu negocio y este crecerá; porque el mejor ejemplo que puedes dar a tus colaboradores es un trabajo de calidad.

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